Ir al contenido principal

DIARIO DE VIAJE- DÍA 01( jueves)

Ya sé que para cuando ésta entrada aparezca publicada leerán que es el inicio del domingo y no el jueves del que hablo en el título. Pero es que entre el día cero y el uno hay un intermedio inexplicable que es el "no-tiempo" entre ese "no-lugar" que es el aeropuerto y la vida en las alturas y la llegada a una ciudad que uno se apresta a descubrir.
En éste caso aún no puedo terminar de reaccionar de la primer impresión: Londres es asombrosa. Literalmente asombrosa. Una ciudad deliciosa en sus contradicciones exquisitamente equilibradas: tranquila pero intensa, clásica pero moderna, austera pero suntuosa. Su arquitectura, su gente, sus calles impolutas( si descubres un bache ó un papel tirado, avísenme...yo no lo he visto), sus deliciosas cafeterías y sus acogedores restaurantes, sus teatros y oferta cultural. Desde el transporte público hasta los jardines reales todo en la ciudad parece respirar un aire de perfección y de encastre que no deja lugar a una afirmación: "Estoy enamorado de esta ciudad y doy lo que sea por vivir aquí"
Algunos me han dicho(no sin razón) "¡Ah, es la etapa de la luna de miel!" Y sí, es muy posible. Ningún lugar del mundo es perfecto. Pero luego de haberla recorrido por muchos de sus exquisitos recovecos que siguen viéndose cálidos pese a la impresionante convivencia del mundo medieval con la modernidad más futurista imaginable, uno se atreve a pensar que quizá, ésta sea la ciudad perfecta.
Por una cuestión de fonética y de semejanza, "Londres" siempre se me ha antojado semejante a "almendra"; ese fruto seco, delicioso en su sobriedad, perfecto en su solidez, crujiente y con capacidad de brindarnos energía y claridad mental puede hacer una analogía bastante aproximada con esta joya urbana que es la capital inglesa y que, lejos de la famosa "flema"( según la cual los nativos suelen ser fríos y distantes) está colmada de una hospitalidad, una amabilidad tan adorable y tan constante en todos sus habitantes y hasta en sus calles adorablemente organizadas que bien podría llamarse "Londres, la Ciudad Cordial"( apelativo que lleva cierta capital de provincia argentina que realmente no le hace ningún honor al mismo...ustedes saben de lo que hablo)
Londres es esa ciudad mágica y sombría que solía ver en las películas de aventuras cuando era chico, esa de las calles oscuras y siempre húmedas con ventanales complejos y elevados tras los cuales se perciben ambientes colmados de lámparas doradas que se replican en espejos. Y lo es! Caminar por ella me ha dado la pauta de que esa ciudad maravillosa que me deslumbraba en la pantalla grande existe y sigue siendo tal cual era hace cuarenta años pese a que es extraordinariamente moderna y cosmopolita pero sin haber perdido nunca el encanto de lo antiguo. Las tabernas abigarradas de mucha madera, vitreauxs y lámparas de bronce, el hogar encendido para hacer frente al cortante frío del exterior, las miríadas de luces navideñas en los árboles, las terrazas, las calles y los portales, las enormes galerías formadas por los pórticos paralelos de la arquitectura georgiana y los detalles de arquitectura holandesa que asoman en las callejuelas estrechas y cortajeadas en mil diagonales, a cual más bella que la otra.
Seducción absoluta del primer día en esta ciudad donde hay teatros a la vuelta de cada esquina con los más grandes musicales en cartel y las obras de texto mejor calificadas junto a esos días de invierno tan curiosos que inician a las 08:00 a.m y cierran a las 04:00 p.m con una noche repentina que sin embargo es parte de un día que continúa muy intenso mucho más allá de las diez de la noche.
En un próximo posteo enlazaré a dos o tres álbumes con temáticas diferenciadas. Por ahora, cierro con la emoción de esta ciudad realmente increíble.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

EL COLIBRÍ DEL MAR

La leyenda guaraní afirma que el colibrí revolotea de flor en flor para llevar a las almas de los que han partido hacia el Paraíso. Una variación de la misma afirma que cuando aparece un colibrí significa que el alma de los que amamos está en un buen lugar. Hace poco más de veinticuatro horas, luego de un viaje adrenalínico por sus serpenteantes y verdes rutas, llegué a Brasil por cuarta vez. Fué inevitable pensar "es la primera vez en mi vida en que no llamaré a mamá para decirle que he llegado bien" Esa llamada mía era como el colibrí que ella esperaba para darle las buenas nuevas y la tranquilidad de que estaba en un buen sitio y en el mejor estado. El complejo donde están nuestros apartamentos es de ensueño. De igual modo lo es la preciosa playa de Campeche, oculta graciosamente tras un pequeño paisaje antiguo.  "Sigue derecho hasta la iglesia que está enfrente- me dice Carlos en español pero con un canturreo portugués muy particular-  y el caminito lateral

DREAMS

Todo comenzó aquí. Una tarde de 2010 mientras me preparaba para salir, una remota radio de internet me trajo estos "Dreams" de Yiruma cantado por una voz blanca y maravillosamente imperfecta. Fascinado por su dulzura melancólica, por su fuerza convocante, por convertirse en la emoción exacta de un sueño increíble que había tenido noches atrás- y que intenta ser un guión cinematográfico- tomé nota apurada de aquel autor y comenzó mi búsqueda. Durante los dos años siguientes toda la música de Yiruma me ayudó a traducir procesos personales, crisis, alegrías, despedidas, melancolías, promesas, amores que no fueron, anhelos de un mañana. Se convirtió en un compañero de mañanas, noches, instantes. El poder visceral de la música con la simpleza de su piano me llevó por caminos cubiertos de hojarasca, por bosques nevados, por ríos espumosos.  Yiruma se convirtió en mi alter ego musical; esa mezcla de fantasía, melancolía y brillo que creo que soy. Como muchas otras

EN LAS MAREAS

. Cardumen azul- Pintura de Carlos Monge Piscis se representa por dos peces que nadan en direcciones diferentes. Más bien, por el mismo pez que nada en direcciones opuestas Por estos días me siento m ás Piscis que nunca. Por estos días tengo sentimientos encontrados. Inconforme conmigo mismo, conforme conmigo mismo. Inconforme con el lugar y lo que hago, agradecido con el lugar, la gente y lo que hago. Deseoso de abandonarlo todo. Deseoso de abrazarlo todo para siempre. He navegado mares tumultuosos ...pero al mismo tiempo siento que nunca fueron tormentas lo suficientemente dignas. He surcado aguas tranquilas; quizá demasiado ordenadas, demasiado tranquilas. Aquellas tormentas fueron generadas por mí en un interior que necesita aclararse. Éstas aguas tranquilas necesitan desembocar a océanos que verdaderamente me desafíen.  En términos cinematográficos, es el plot point, el punto de giro en que la vida del protagonista cambia definitivamente de rumbo