Crónicas Piscianas

La Reverenda es una especie de espíritu oscuro, antiguo, conservador. Guarda todas las ideas que representan la represión, el miedo y los golpes contra la naturaleza humana. Conduce un convento en donde cada vez son menos las religiosas y en donde las alumnas pugnan por romper los muros con rock & roll. Como es de esperar, la Reverenda está cerca del poder. El poder es Gigí, esa chica caprichosa dueña de medio pueblo que de puro antojo quiere mantener a su lado a Lenny, el músico melancólico, joven y enamoradizo que siente esa relación como un peso en su nuca. Y claro, Lenny necesita quien lo ayude: un personaje atrevido como Gaspar, su mejor amigo que de tanto llevar cartas al convento se enamora de Calvario, la única novicia de la orden y está decidido a sacarla de su claustro a como dé lugar. Lenny cree que esto es un sacrilegio hasta que en su presencia aparece Magdalena, una novicia supuestamente argelina que no habla una palabra de su idioma pero que lo enamora con su so

Muchos años atrás, cuando contaba apenas con 18 de edad, ocurrió algo en un septiembre. Fue una despedida. Fue el fin de un ciclo. Fue fuerte. Tan intenso como un nacimiento o una muerte. Una mezcla de sentimientos encontrados que tenían especial significación en ese fin de la adolescencia y en ese cúmulo de sentimientos encontrados entre una alegría "impuesta"por un contexto social particular y el desgarramiento de una frustración en donde se mezclaba lo paternal, lo sexual, la sensación de desarraigo, las imágenes proyectadas, la lejanía. "Se va..." esas dos palabras tan relacionadas al "irseparaseguircreciendo" y también al "nolovoyatenermás". Que cosa, eso de alegrarse por la partida cuando uno se hace pedazos por dentro.  Y se fue nomás. No importa quien. Hoy no me importa nada de esa persona ni de esa ausencia. Pero recuerdo en su momento la sensación vívida: los azahares, el aire tibio, los últimos fríos, la promesa del verano( siempre