Crónicas Piscianas

Fue hace mucho. Entre el ensueño y la realidad. La realidad era una calle gris y un sol abrasador. Un aire que sabía a humo y aburrimiento. El ensueño estaba pleno de canciones, personajes de color y la avasallante adrenalina de estar creando fantasías en equipo. Pero faltaba el nexo. Faltaba ese encuentro con la dimensión de lo posible. Y claro, algo siempre faltaba. Nadie dijo que fuera fácil. Al contrario. Todo fue difícil. Y a veces aún lo es. Pero lo mágico, el click anhelado se produjo en un momento. Y se produjo cuando todo estaba peor que nunca. Sin embargo, la siembra comenzaba a dar resultados. Sorprendentemente, esos personajes de color tomaban el cuerpo de actores ansiosos, noveles o experimentados, de aprendices, de compañeros de ruta, de asombrados amigos que compartían espacios. Consenso, disenso, momentos felices, momentos de broncas, ganancias, pérdidas y canciones...muchas canciones. Y claro, muchas emociones. Tras todos estos años transcurridos en el largo cami