ELEFANTES VOLADORES EN EL ESTÓMAGO

Gaviotas sobre el lago Nahuel Huapi-San Carlos de Bariloche-Enero de 2015

-¿Que es eso?-me preguntó.

-Eso- respondí- ...es lo que me hacés sentir cuando te veo.

Rió, incrédulo.

-Eso suena como tener un gran dolor de panza; de romántico no tiene nada.

- Bueno, será que a veces el anhelo también duele- respondí

-Pero...- continuó, visiblemente desconcertado- me dijiste que me ibas a contar algo bueno.-

Está claro que no entendía nada. De modo que lo invité a sentarse cómodo, bajé el volumen de la música y, por las dudas- se sabe que esto hoy es muy necesario- tomé suavemente su celular y lo apagué.

- Puede que sea incómodo sentir elefantes en el estómago- le dije, mirándolo a los ojos- Pero yo prefiero eso antes que tener mariposas que sólo viven un día. En cambio, los elefantes son unos monstruos en el mejor sentido de la palabra. Y toda esa fuerza, ese peso, esos gritos penetrantes que profieren de repente levantan vuelo y se alejan por ahí.¿Sabés la fuerza que se necesita para volar con semejante animal? ¿Y sabés lo que sucede cuando estas bestias hermosas planean por el mundo con sus alas descomunales? No queda nada en pie. O sí, queda, porque los elefantes son buenos bichos. Pero levantan viento, estremecen su entorno, la tierra tiembla, el cielo juega con luces y sombras. Lo que es seguro es que nadie puede quedar indiferente ante semejante vuelo. Porque el mundo cambia una vez que ellos están revoloteando.

Le sonreían los ojos mientras me escuchaba. Si estaba tentado a irse o a hacerme callar es claro que no lo iba a hacer porque seguía sin entender. Y el desconcierto, a veces, paraliza.

- Cada pedacito de mis ganas es un elefante- le sonreí- Y tienen esa fuerza, esa locura y ese deseo imparable de romper muros y fronteras y volar a lo loco por el mundo entero. Y de llevar en su grupa a todos aquellos que se animen a dejar realmente que los ríos fluyan y la vida navegue.-

-Bueno pero yo....-dijo tímidamente( y creo haber visto un brillo particular en sus pestañas)-¿que vendría a ser en ese elefante?

Creo que entendió el silencio de mi respuesta.