Autor, actor, director...vaya títulos. No es que me ensalce; simplemente es lo que hago. Como un monstruo de tres cuerpos, como una hidra que quiere ser las tres cosas al mismo tiempo. Pero es imposible. Aunque a veces , como esos dibujos animados en que el diablo y el ángel hablan al mismo tiempo, los tres conviven y se pelean...o compiten, o se dicen el uno al otro que espere su turno para salir. Pero son como los tres niños terribles de Jack: todos quieren estar al mismo tiempo.
El autor quiere escribir. A veces no sabe qué, pero quiere escribir.No sabe si escribir en su blog, si escribir una canción, si dibujar personajes. Pero quiere desesperadamente poner palabras en un papel, en la pantalla, en un cuaderno.Quiere inventar nombres, situaciones, diálogos. Quiere, quiere y quiere. Y entonces dibuja los márgenes de las hojas en las que toma apuntes en clase, dibuja y escribe en su agenda, copia imágenes de niños( Picasso también lo hacía y es un buen ejemplo a seguir), asocia palabras y construye personajes. Y revisa una y otra vez su caótica carpeta de proyectos en los que se mezclan las hojas rayadas, las hojas blancas, los volantes escritos en el reverso, los desprolijos figurines, los textos impresos y los textos manuscritos. Y las hojas arrancadas a las revistas y los diarios en donde figuran datos que pueden ser importantes para generar ideas. Y descubre con que ingenuidad le ha puesto una humilde y garrapateada caráctula en blanco a cada montón de hojas en un intento de dar un orden a todo el conjunto y saber cual borrador corresponde a cual idea y por donde debe continuar cada cosa. Y cierra la carpeta y sigue durmiendo.
¿Por qué el autor deja dormir sus borradores? Será que el director lo está llamando para que organice sus ensayos, para que arme sus parrillas, para que envíe sus emails y ese director está molesto porque el productor le exige que haga networking y que llame por teléfono y averigüe presupuestos de vestuario y ...y¡no puedo hacer todo junto!Entonces le cierra la puerta al director y al productor y vuelve a hundirse por un rato en su carpeta de borradores hecha de papel y cartón y elásticos para cerrar las tapas y en esa otra carpeta lógica( no virtual, como lo corrigó un amigo una vez) que siempre es amarilla y está guardada en "Mis documentos" para su deleite en donde moran aquellos proyectos que alguna vez verán la luz pero por ahora son fantasías y como tal son perfectas porque puede rehacerlas cuantas veces quiera y una letra le dará aliento para un diálogo y esta situación le dará otra idea para una puesta y tal o cual personaje le dará la oportunidad de dibujar un vestuario que comenzará costando millones y terminará costando lo que cuesta un tramo de lienzo.
Pero el Autor es un soñador. Y es el motor de los otros monstruos que están por ahí esperando.
Este autor ha escrito por hoy. No sabe si se siente satisfecho pero al menos ha aclarado el por qué de tan pomposo título de blog que no se conforma con un nombre propio. Ha dicho un poco mas de su intimidad creativa y ha declarado que quiere pasar la vida inventando personajes. Y no ha dicho que quiere vivir de ello porque de ello se ocupa el productor que se planta con profesionalismo en oficinas y teléfonos.Pero el autor se meterá en su maletín, inevitablemente y apaciguará las horas de espera y los teléfonos que no contestan. Porque el autor es un cuentacuentos loco e inocente. Y lo hace todo, todo por un sueño.
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