Volver a estudiar es a la vez continuar y volver a empezar. Este pasado fin de semana se han unido dos eventos importantes: mi actual cursada en la Licenciatura en Teatro con sus casi inabarcables, inmensos, extensos marcos teóricos que nos guían por senderos de investigación y el curso de comedia musical con Gustavo Zájac en Paraná. Maravilloso. Volver a las raíces, a ser alumno, a jugar , a equivocarse. Volver a aprender, a reencontrarse con gente, a conocer personas nuevas y a comprender que lo que uno tiene que aprender es mas de lo mismo pero que, al igual que con las funciones, todo se renueva, todo se refresca, todo se actualiza.
Cuando uno ocupa cierto lugar de DIRECTOR cree o parece creerse que se lo sabe todo. Estos son los momentos en los que uno comprende que se sabe bastante pero nunca lo suficiente y que nunca se terminará de saber porque uno estará siempre trabajando con el misterio del arte que es el misterio de los seres humanos. Y en cada uno de ellos, en cada uno de nosotros, radican los mismos miedos, las mismas pasiones, las mismas ansias y alegrías. Y reencontrarse con ellos es encontrarse con uno mismo y poder decirse de verdad que es bueno no tomarse tan en serio y permitirse el margen de error que le permite redescubrirse.
Volver a estudiar, volver a aprender, volver a enseñarse...a uno mismo. Gracias a todos por los momentos compartidos. Que siga el jazz. Que siga el teatro. Que siga la vida.
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