Ir al contenido principal

Cabeza fría y corazón caliente.








Es la fórmula de la que siempre hablo. La que creo que corresponde a toda disciplina artística pero especialmente al teatro y muy particularmente a la comedia musical. Imposible construír este género apabullante sin un orden, una agenda y un cálculo preciso en el escenario. Se suceden y se alternan las canciones, las escenas,las escenas cruzadas en las canciones y las explosiones ó pasajes coreográficos. Todo ello conteniendo personajes, voces, situaciones y orquestaciones diversas. El resultado es un conjunto apabullante que puede percibirse como una narración sublime o como un berenjenal ininteligible.
Y entonces, sobre todo en los últimos ensayos, suelo recordarme y recordarle esto a los actores: "Corazón caliente...pero cabeza muy fría".
Suelo tener la misma actitud y no dejar que el primero le gane al segundo. Que la mirada sea lo más objetiva posible y que se me presenten claros los errores antes que las emociones. Y que el cálculo sea preciso. Sin concesiones. Sólo algunas negociaciones.
Pero a veces la sorpresa gana. Y de una manera inesperada( claro, es una sorpresa).Y descubro una emoción que tiene que ver con mi satisfacción al contemplar el "edificio" construído de la puesta en escena( que es un placentero pasaje del caos al orden y la coherencia) y a esos actores que aprehenden a personajes y juegan con ellos como si estuvieran en un pelotero caprichoso, complicándose la vida en un espacio ficcional que nadie les obligó a edificar. Pero ahí están.
Gana mucho más cuando esos actores han llegado a esa instancia como resultado de un trabajo de taller, de haberse descubierto paulatinamente durante un año entero en sus aspectos más inesperados, en sus talentos, sus miedos y sus anhelos. Y cuando tras pasar por todos los momentos de acción y reflexión se aventuraron en la jungla del pelotero escénico y se animan a llegar frente al público con el miedo de la escena y el placer de la ficción jugada de manera cómplice.
Dos días me quedan para el estreno de "Reverendas canciones" el musical que creamos con nuestro taller de comedia musical. Dos días para abrir luces sobre el mundo del convento y la historia de amor adolescente en los años 60. Y creo que estoy loco, claro. Nos jugamos a una historia riesgosa, compleja y apasionada con muchos guiños de melodrama y canciones famosas y queridas. Y sí, la palabra "riesgo" siempre aparece. Y cuando esta palabra está a punto de aterrorizarme me digo : todo es riesgo, el arte lo es. Exponer el pensamiento, las palabras, las formas y jugar con el capricho y presentarlo como discurso, es un riesgo. Y bien, el que no arriesga no gana. Y entonces es cuando hallo respuestas a la emoción: porque descubro a esos trece "arriesgados" felices e inconscientes que renuncian a una crítica paralizadora para jugar y divertirse. Que la idea del "riesgo" tiene más que ver con mis temores que con la realidad concreta. Y que me encanta tanto verlos crecer y superar sus propios temores en pos de esos personajes que puedo darme cuenta que todo es un mismo equipo, una misma empresa, un mismo barco y que la tormenta no puede asustarnos sino divertirnos.
Y ahí están: Maggie-Valentina, Lenny-Javier, Gaspar-Nazareno, Cruz-Julia, Estigma-Mariela, Calvario-Sofía, Stella-Liliana, Tally-Agustina, Debbie-Naomi, Jenny-Paula, Penny-Larisa,Gigí-Victoria, Laura-Reverenda...esas entidades "personaje-actor/actriz" que me emocionan como personajes pero también como actores que juegan sorprendidos, emocionados, divertidos, entusiasmados. Y felicito y celebro sus ganas, sus pilas y su energía que supera sus miedos y los pone en continuidad pese a todo. Y me conmueve que estén ahí en el escenario, no sólo con el placer de su juego dramático sino con la felicidad de encontrarse con un grupo de viejos y nuevos amigos.
Reverendas, supremas, poderosas, potentes, magníficas canciones. Letras y músicas  que nos transforman y suplen cuando las palabras no alcanzan. Canciones que cuentan, cantan y definen. Canciones que salvan. Canciones que liberan. Y por eso, cuando lleguemos al final de las "Reverendas canciones" cada uno de esos personajes actores tendrá su momento de acción de gracias: por lo que cada uno decida agradecer, por esas canciones, por esos caminos hechos de música y poesía.
Y cada uno de nosotros, desde el afuera del escenario( ahora les pertenece a ellos la magia) dará las gracias que coresponda. Benditas canciones.
Amén.

Ph:Guido Bèrtola

Comentarios

Entradas más populares de este blog

EL COLIBRÍ DEL MAR

La leyenda guaraní afirma que el colibrí revolotea de flor en flor para llevar a las almas de los que han partido hacia el Paraíso. Una variación de la misma afirma que cuando aparece un colibrí significa que el alma de los que amamos está en un buen lugar. Hace poco más de veinticuatro horas, luego de un viaje adrenalínico por sus serpenteantes y verdes rutas, llegué a Brasil por cuarta vez. Fué inevitable pensar "es la primera vez en mi vida en que no llamaré a mamá para decirle que he llegado bien" Esa llamada mía era como el colibrí que ella esperaba para darle las buenas nuevas y la tranquilidad de que estaba en un buen sitio y en el mejor estado. El complejo donde están nuestros apartamentos es de ensueño. De igual modo lo es la preciosa playa de Campeche, oculta graciosamente tras un pequeño paisaje antiguo.  "Sigue derecho hasta la iglesia que está enfrente- me dice Carlos en español pero con un canturreo portugués muy particular-  y el caminito lateral

DREAMS

Todo comenzó aquí. Una tarde de 2010 mientras me preparaba para salir, una remota radio de internet me trajo estos "Dreams" de Yiruma cantado por una voz blanca y maravillosamente imperfecta. Fascinado por su dulzura melancólica, por su fuerza convocante, por convertirse en la emoción exacta de un sueño increíble que había tenido noches atrás- y que intenta ser un guión cinematográfico- tomé nota apurada de aquel autor y comenzó mi búsqueda. Durante los dos años siguientes toda la música de Yiruma me ayudó a traducir procesos personales, crisis, alegrías, despedidas, melancolías, promesas, amores que no fueron, anhelos de un mañana. Se convirtió en un compañero de mañanas, noches, instantes. El poder visceral de la música con la simpleza de su piano me llevó por caminos cubiertos de hojarasca, por bosques nevados, por ríos espumosos.  Yiruma se convirtió en mi alter ego musical; esa mezcla de fantasía, melancolía y brillo que creo que soy. Como muchas otras

EN LAS MAREAS

. Cardumen azul- Pintura de Carlos Monge Piscis se representa por dos peces que nadan en direcciones diferentes. Más bien, por el mismo pez que nada en direcciones opuestas Por estos días me siento m ás Piscis que nunca. Por estos días tengo sentimientos encontrados. Inconforme conmigo mismo, conforme conmigo mismo. Inconforme con el lugar y lo que hago, agradecido con el lugar, la gente y lo que hago. Deseoso de abandonarlo todo. Deseoso de abrazarlo todo para siempre. He navegado mares tumultuosos ...pero al mismo tiempo siento que nunca fueron tormentas lo suficientemente dignas. He surcado aguas tranquilas; quizá demasiado ordenadas, demasiado tranquilas. Aquellas tormentas fueron generadas por mí en un interior que necesita aclararse. Éstas aguas tranquilas necesitan desembocar a océanos que verdaderamente me desafíen.  En términos cinematográficos, es el plot point, el punto de giro en que la vida del protagonista cambia definitivamente de rumbo