Pocas cosas son tan aterradoras y a la vez tan excitantes para un actor como plantarse en el escenario en donde ocurrirá su estreno y contemplar la inmensa platea vacía. El corazón da un vuelco a la vez de reverente temor y de pánico escénico y empresarial.¿Estarán ahí?¿Vendrán?¿Y si hay desolación en la platea?... Preguntas que sólo pueden responderse de una manera: trabajando. Desde la producción a la actuación hay una serie de niveles, de laberintos intrincados, a veces desprolijos, marchas, contramarchas, conflictos horarios, desencuentros de ensayos, espacios disputados, espacios deseados, ámbitos nunca hallados. Pero hay algo que el actor , el director, el productor, deben mantener como un norte siempre indicado: el deseo, la obstinación y la certeza de que será el mejor trabajo del mundo. ¿Suena obvio? Puede ser, pero a la hora de comenzar el descuento de lo que falta para un estreno todos deseamos que algo suceda que nos salve porque nos consideramos inc
Entre el ensueño y la realidad navegan los seres de Piscis. Y en particular es mi modo de concebir la vida y percibir esos universos fronterizos entre la ficción y la cotidianeidad.¿Donde termina uno y comienza el otro?