Dicen que las comparaciones son odiosas. Es verdad. También son importantes. Y también son necesarias. En esta Ciudad de Santa Fe vivimos repitiendo que todo lo que está fuera de sus fronteras es mejor. Eso, como lo mas aceptable. Ni hablar de las horrorosas afirmaciones que he escuchado por ahí y frente a las cuales siempre pregunto"¿Y por que no te vas de aquí si tanto mal te hace?"Por toda respuesta la gente que ningunea su propia ciudad afirma que perdería su casa,sus afectos, su trabajo y otra lista de cosas. Me digo entonces:¿es realmente cierto que esta bendita y castigada ciudad no nos proporciona nada?.Y también:Una ciudad¿no es la suma de las voluntades individuales que mueven las ideas para transformar el presente y preparar el futuro? Conozco gente inteligente, talentosa, rica en ideas, atrevida en sus formas de crear, reconocida a nivel nacional y mundial. Tenemos una ciudad rica en historia, en patrimonio, en paisajes. ¿No será hora de poner todo esto en marcha y aprovechar lo que hay en lugar de cargar las tintas permanentemente sobre lo que no hay aquí y sí en otras ciudades?Para mi sorpresa, en otras ciudades también critican a sus habitantes, sus costumbres y su administración. Será que nadie es profeta en su tierra. Pero¿que tal si hacemos que nuestra tierra sea profeta de sí misma? Por eso...hagamos algo grande: nosotros podemos.
Fuente: https://www.falsaria.com/2018/05/luces-fugaces/ Los días se han vuelto interminablemente cortos. Despierto en una marea de sábanas y almohadas contemplando el teléfono apagado que me desconecta de una situación que quiero imaginar que sólo ha sido soñada. Tan sólo una pesadilla. Lo enciendo con ansiedad tras pocas horas de sueño que se manifiesta pesado como un acantilado aplastando mi pequeño mar. No hay noticias. No hay llamadas. Respiro aliviado. Es de mañana. La noche es una larga sucesión de miedos e imágenes que intento conjurar con música y un té caliente. No, dos tazas de té caliente. Muy caliente. Cada taza de té es un refugio diferente donde me contiene un útero eterno que se convirtió en abrazo durante 49 años. Hoy ese abrazo no me puede abrazar. Hoy esa mirada busca un universo que desconoce y no sé si me escucha y me ve. Sí, me escucha y me ve. Lo sé porque estoy tan intensamente involucrado que no sólo lo creo, lo sé. Porque e...
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