Ir al contenido principal

PROFETAS


Dicen que nadie es profeta en su tierra. Creo que es verdad. Creo que muchas, mas de una vez, por no decir casi todas, los hechos me lo han afirmado. Pese a los aplausos, pese a los elogios, pese a las bendiciones y a las palabras de ánimo, seguimos siendo profetas visitantes en la tierra cordial en donde debemos afirmarnos una y otra vez. Digo "gracias" cuando tengo que decirlo y digo "¡Oigan!" con cada uno de los hechos que van encadenándose para formar parte de este duro oficio/profesión del teatro. Y hemos llegado a un estreno mas, a un aplauso mas y...a un asombro mas. ¿Por qué el público se asombra cuando ve un espectáculo de calidad producido en nuestra ciudad? Recibimos el asombro con agrado sin darnos cuenta de que no debería ser tan así. Recibimos los elogios con agrado pero no deja de extrañarnos que lo hagan cuando, de hecho, esta ciudad debería conocer a sus artistas y sus obras. Recibimos el éxito con alivio cuando deberíamos tratarlo como moneda corriente: y no me refiero al éxito en cuanto a multitudes, fortunas y gloria sino a ese estado de "normalidad" en que cada uno de los hacedores teatrales - y otros- de esta ciudad tienen un espacio en donde sentirse dueños, titulares y no visitantes( para usar un término futbolístico que es uno de los pocos que se entienden en lo inmediato).

Hora de sentirnos titulares.

Hora de sentir que tenemos un lugar de privilegio.

Hora de sentirnos exigidos y de sentirnos contenidos.

Hora de ser tomados en serio: por nuestros colegas, por nuestras autoridades y por nuestro público.

Hagamos algo grande: empezando por la materia prima que tenemos aquí nomás, al alcance de nuestra mano.

O retirémonos a cultivar petunias en invernadero( gracias Gustavo y perdón por el atrevimiento de tomar tu frase)

Comentarios

Entradas más populares de este blog

EL COLIBRÍ DEL MAR

La leyenda guaraní afirma que el colibrí revolotea de flor en flor para llevar a las almas de los que han partido hacia el Paraíso. Una variación de la misma afirma que cuando aparece un colibrí significa que el alma de los que amamos está en un buen lugar. Hace poco más de veinticuatro horas, luego de un viaje adrenalínico por sus serpenteantes y verdes rutas, llegué a Brasil por cuarta vez. Fué inevitable pensar "es la primera vez en mi vida en que no llamaré a mamá para decirle que he llegado bien" Esa llamada mía era como el colibrí que ella esperaba para darle las buenas nuevas y la tranquilidad de que estaba en un buen sitio y en el mejor estado. El complejo donde están nuestros apartamentos es de ensueño. De igual modo lo es la preciosa playa de Campeche, oculta graciosamente tras un pequeño paisaje antiguo.  "Sigue derecho hasta la iglesia que está enfrente- me dice Carlos en español pero con un canturreo portugués muy particular-  y el caminito lateral

DREAMS

Todo comenzó aquí. Una tarde de 2010 mientras me preparaba para salir, una remota radio de internet me trajo estos "Dreams" de Yiruma cantado por una voz blanca y maravillosamente imperfecta. Fascinado por su dulzura melancólica, por su fuerza convocante, por convertirse en la emoción exacta de un sueño increíble que había tenido noches atrás- y que intenta ser un guión cinematográfico- tomé nota apurada de aquel autor y comenzó mi búsqueda. Durante los dos años siguientes toda la música de Yiruma me ayudó a traducir procesos personales, crisis, alegrías, despedidas, melancolías, promesas, amores que no fueron, anhelos de un mañana. Se convirtió en un compañero de mañanas, noches, instantes. El poder visceral de la música con la simpleza de su piano me llevó por caminos cubiertos de hojarasca, por bosques nevados, por ríos espumosos.  Yiruma se convirtió en mi alter ego musical; esa mezcla de fantasía, melancolía y brillo que creo que soy. Como muchas otras

EN LAS MAREAS

. Cardumen azul- Pintura de Carlos Monge Piscis se representa por dos peces que nadan en direcciones diferentes. Más bien, por el mismo pez que nada en direcciones opuestas Por estos días me siento m ás Piscis que nunca. Por estos días tengo sentimientos encontrados. Inconforme conmigo mismo, conforme conmigo mismo. Inconforme con el lugar y lo que hago, agradecido con el lugar, la gente y lo que hago. Deseoso de abandonarlo todo. Deseoso de abrazarlo todo para siempre. He navegado mares tumultuosos ...pero al mismo tiempo siento que nunca fueron tormentas lo suficientemente dignas. He surcado aguas tranquilas; quizá demasiado ordenadas, demasiado tranquilas. Aquellas tormentas fueron generadas por mí en un interior que necesita aclararse. Éstas aguas tranquilas necesitan desembocar a océanos que verdaderamente me desafíen.  En términos cinematográficos, es el plot point, el punto de giro en que la vida del protagonista cambia definitivamente de rumbo