La leyenda guaraní afirma que el colibrí revolotea de flor en flor para llevar a las almas de los que han partido hacia el Paraíso. Una variación de la misma afirma que cuando aparece un colibrí significa que el alma de los que amamos está en un buen lugar. Hace poco más de veinticuatro horas, luego de un viaje adrenalínico por sus serpenteantes y verdes rutas, llegué a Brasil por cuarta vez. Fué inevitable pensar "es la primera vez en mi vida en que no llamaré a mamá para decirle que he llegado bien" Esa llamada mía era como el colibrí que ella esperaba para darle las buenas nuevas y la tranquilidad de que estaba en un buen sitio y en el mejor estado. El complejo donde están nuestros apartamentos es de ensueño. De igual modo lo es la preciosa playa de Campeche, oculta graciosamente tras un pequeño paisaje antiguo. "Sigue derecho hasta la iglesia que está enfrente- me dice Carlos en español pero con un canturreo portugués muy particular- y el caminito lateral...
Entre el ensueño y la realidad navegan los seres de Piscis. Y en particular es mi modo de concebir la vida y percibir esos universos fronterizos entre la ficción y la cotidianeidad.¿Donde termina uno y comienza el otro?