Llegan los ùltimos dìas del año y uno necesita el ritual de siempre. Limpiar. Los viejos papeles acumulados durante años y meses se me aparecen como una suerte de monstruo que de pronto cobra vida y se desliza amenazando devorarme. Lo sè, son las viejas energìas de los objetos que guardan una historia, unos fantasmas que nos recuerdan cosas buenas y desdichadas, una especie de respiraciòn del pasado que huele extrañamente y que nos conecta con una imagen sepia, llena de poros, como esas pelìculas viejas habitadas por espectros. Y claro, los papeles que ya no son ùtiles deben irse. Tengo un especial cariño por el papel. Nacì en una època en que las pantallas eran sòlo las del cine y la televisiòn y no era posible escribir en ellas. No habìa telèfonos celulares( en mi infancia ni siquiera habia telèfono fijo) y como hijo de docentes desarrollè una particular aficiòn por las hojas de papel, las carpetas, las etiquetas y todos los artilugios "de librerìa" en los que pa...
Entre el ensueño y la realidad navegan los seres de Piscis. Y en particular es mi modo de concebir la vida y percibir esos universos fronterizos entre la ficción y la cotidianeidad.¿Donde termina uno y comienza el otro?