Fotografía de Carolina Lorio Un final. Un aplauso. Un cierre. En una noche fría con el camino que vislumbra el campo. En aquella noche de julio, nuestra muñeca recorrió su camino final. Volvió a casa. Al menos a una de sus casas, la de una de sus madres que la vió nacer. Los finales son extraños. Tienen algo de alivio, algo de nostalgia y umucho de satisfacción por el "deber" cumplido. ¿Deber con quién? Con el arte, con el equipo, con uno mismo. El teatro es pasión, alegría y disfrute; pero también es deber, es profesionalismo y es rigor. Cada función es un nuevo aprendizaje para hacer con la máxima de "cabeza fría y corazón caliente". "La Bámbola" fue para mí un espacio intenso de aprendizaje, de disfrute, de satisfacción y de terrores. Sí. Ninguna obra es inocente. En eso consiste la famosa katharsi s griega. Encontrarse con los personajes- desde quien expecta y desde quien los juega- es un doble juego de fascinación y de incomodidad. Y ...
Entre el ensueño y la realidad navegan los seres de Piscis. Y en particular es mi modo de concebir la vida y percibir esos universos fronterizos entre la ficción y la cotidianeidad.¿Donde termina uno y comienza el otro?