Son las ocho de la mañana. Tres grados de temperatura. Escucho la radio. A veces no quiero hacerlo, a esta hora de la mañana: me cuesta despertarme y su crepitar me aturde. Pero necesito hacerlo porque escucho un programa de opinión en el que puedo entender algo de lo que está sucediendo en la ciudad, en el país, en el mundo. Acuerdo y desacuerdo. Pero de cualquier manera escucho. Y de repente me digo"¡Que cosa increíble esto: que alguien desde un micrófono pueda representar lo que uno siente y piensa y no sepa bien como analizar ó como materializar en formas y palabras concretas!"¿Y eso que tiene de nuevo?¿No es el trabajo del periodismo?¿No es el trabajo del poeta?¿No es el trabajo del artista en general? Y de repente me digo: "Yo puedo hacer lo mismo aunque de otra forma y de otro lugar".Y entonces pienso en los proyectos postergados, en el recato que uno guarda respecto a su hacer artístico, en el temor que lo hace a uno detenerse. ¿Que sentido tiene detenerse...
Entre el ensueño y la realidad navegan los seres de Piscis. Y en particular es mi modo de concebir la vida y percibir esos universos fronterizos entre la ficción y la cotidianeidad.¿Donde termina uno y comienza el otro?