http://sobreleyendas.com/2010/08/23/la-leyenda-de-yeh-shen-la-verdadera-cenicienta/ |
Este blog ha cambiado de nombre.
Y es un compromiso, claro que sí.
Porque juega con las célebres crónicas de Ray Bradbury y también porque me compromete a contar sobre este Piscis voluble, conflictivo, sensible, enamoradizo y oscuro. Todo al mismo tiempo.
Todo eso al mismo tiempo soy yo.
Lo sé bien.
Me alegra haber decidido esto. Me alegra tener este espacio en donde hablar de mí. Porque a veces las ficciones no son suficientes ni tan inmediatas. Porque las sensaciones son brutales y necesitan ponerse en palabras y en imágenes. Y una imagen artística no puede ser tratada así nomás.
Y esto tampoco: pero me permite jugar. Es un ejercicio.
Como en esta noche en que hay cierta melancolía, cierto candor enamoradizo, cierto temor hecho dolor.
Soy así. A veces amo ser de esta manera. A veces lo detesto.
A Gustavo no le resulta fácil convivir con este pez que a veces es payaso y a veces depredador.
Pero vive. Y se reinventa cuantas veces puede.
El arte es, sin lugar a dudas, el mas poderoso de los exorcismos. Al menos es el que encuentro. Y aunque aquí no hay ficción, hay palabras. Las bellas palabras y las imágenes prestadas. Con ellas jugaré el juego de reconocerme y compartir. Y en el juego aprenderemos.
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