Unas palabras...de esas que se vuelven difíciles cuando por dentro y por fuera arrecian algunas tormentas que preceden a los vientos de cambio o que le siguen a los mismos.
Días atrás escribí por ahí..."telón para esta historia". Me hacían falta estas palabras para ampliar un poco más sobre ello. Y bien, se va haciendo el momento de reafirmar decisiones. Que no son fáciles ni siempre simpáticas pero que son absolutamente necesarias para seguir adelante con otras búsquedas, con otros senderos.
El decir a través del arte no debe tener, necesariamente, una única manera de manifestarse durante toda la vida del artista. Si es cierto que toda obra de arte es una pregunta y que toda carrera de creación es una búsqueda, también es cierto que el creador va buscando sus maneras y sus tiempos. Por momentos tiene que ver con la imagen, en otros tiene que ver con los textos, surge el teatro y se conjugan ambas cosas además de los sonidos, el movimiento, las historias.
Y yo elegí el musical. El género mas maravilloso de todas las formas teatrales puesto que no conoce límites en su percepción y, de tenerlos, le resulta fácil derribarlos a partir de la emoción y el entendimiento universal que provoca su mismo idioma. También puede encontrarlos al chocar con un modo de percibir las cosas, con cuestiones del momento, con el contexto.
Durante más de diez años estuve convencido de una cosa: aquí SÍ podemos hacerlo!Sólo era cuestión de buscar, de reordenar las pautas, de cambiar algunos estereotipos estéticos, de reformar elementos. Más de diez años me hallaron abocado a la generación de un espacio nuevo, distinto, completo, dirigido a la formación, a la concreción de sueños fabulosos, a la expectativa de éxitos. Lo hice, lo hicimos, lo peleé, lo peleamos. Ganamos, perdimos, buscamos, reformamos, armamos, escribimos, compusimos, coreografiamos, aplaudimos, lloramos, nos peleamos, furiosos arremetimos, cambiamos figuritas e inventamos otras.
Y como en todo espectáculo, en toda narración, cuando llega el gran coro y el clímax nos envuelve, cuando la orquesta llega a la máxima tensión, cuando el conflicto del protagonista se vuelve insostenible, es cuando se produce el gran y definitivo punto de giro y el desenlace se produce. De manera más explosiva o más paulatina pero se produce. Y entonces? Entonces la historia termina.
Y si estamos en un gran teatro a la italiana de telón rojo y gárgolas fantásticas pintadas entre musas grecolatinas , el telón cae. Se ocultan los escenarios, los actores desaparecen, se desarman las tramoyas, los músicos se retiran, los camarines se vacían.
En los textos publicados suele decirse simplemente "telón".
Valeria solía cantar por los noventa ¡Telón para esta historia!.
Y hoy digo yo: telón para esta historia: Es hora de otras búsquedas.
De otros caminos, de otros descubrimientos, de otras libertades. Hora de inventar lo que se me antoje, de delirar lo que se me ocurra y de pedir caprichosamente todos los artilugios que se me vengan a la cabeza con la única limitación de lo que decida permitirme yo mismo y los recursos con los que cuente en mi taller, en mi escritorio, en mi mesa, en mi máquina.
Hora de contar desde otras perspectivas y en otros lenguajes.
El musical es bello.
El teatro es bello.
Y como toda forma de belleza, a veces se vuelve insoportable.
Entonces caen los grandes cortinados en un último alarido operístico y luego...sobreviene el silencio.
Un silencio productivo, de rumores sospechosos de creación y de pasos pícaramente fantasmales en los corredores de esos espacios que apagan sus luces. Un silencio que puede durar para siempre o que puede desvanecerse tras un tiempo con una balada de amor o con una estruendosa obertura. Pero que siempre será arrullador y necesario.
Entonces...."donde están, como ha sido? Es que acaso se han ido la emoción, la ilusión...?" y el cenital va consumiendo su potencia, el humo se desvanece, la obra acaba con más o menos aplausos.
Y el director, quedamente, como ese fantasma, hace mutis por el foro.
Exeunt.
Ph: Chris A
Gustavo, una etapa. Y dejarse llevar por la propia intuición. Los creadores, nosotros, locos artesanos que hacemos algo alterando el orden estipulado para usar nuestras herramientas, somos INTUITIVOS.
ResponderBorrarNo hemos roto esa comunicación que se tiene de niño con el entorno, con la emoción....
Dejarse llevar. El que nada espera para disfrutar de su tarea, nunca es defraudado.
UN ABRAZO.
GUS: UN ARISTA SE REINVENTA,SE RECREA PERMANENTEMENTE.NO HAY EXITOS,NI FRACASOS SOLO EXPERIENCIAS QUE NOS LLENAN EL ALMA,Y SIEMPRE NOS DEJAN UNA ENSEÑANZA ES PARTE DE NUESTRO CARMA.
ResponderBorrarARTISTA SE NACE NO SE HACE...Y SERA POR ESO QUE TODA EXPERIENCIA ES MAS DESCARNADA MAS INTENSAMENTE VIVIDA,ES PARTE DE ESA NATURALEZA TAN ESPECIAL.BESOS